jueves, 29 de noviembre de 2018

12. ¿QUÉ SON LAS LESIONES OSTEOMUSCULARES Y CÓMO SE REALIZA LA ATENCIÓN?


1.    ¿QUÉ SON LAS LESIONES OSTEOMUSCULARES Y CÓMO SE REALIZA LA ATENCIÓN?

Las lesiones osteomusculares son, por mucho, el motivo de consulta más frecuente en los departamentos de emergencia a nivel mundial. Este concepto no hace referencia a una enfermedad específica sino a un conjunto de lesiones que comparten ciertas características comunes.
Considerando su nombre, es fácil intuir que se trata de lesiones que afectan a los huesos (osteo) y a los músculos (musculares). Sin embargo, su alcance va más allá dado que el concepto incluye además a los elementos de fijación de las articulaciones (ligamentos) y a los puntos de inserción de los músculos en los huesos (tendones).
Así pues, las lesiones osteomusculares incluyen distintos tipos, por lo que las mismas se pueden clasificar según la estructura afectada en lesiones óseas, musculares, articulares y tendinosas.
En muchas ocasiones pueden presentarse dos tipos de lesión simultáneamente, lo cual complica un poco su clasificación. Por otra parte, según su tiempo de evolución las lesiones osteomusculares pueden clasificarse en agudas o crónicas.
Así mismo, según el mecanismo de producción existen al menos tres tipos de lesiones osteomusculares: mecánicas (por sobre uso), traumáticas (por golpes, torceduras o cualquier fuerza externa que actúa sobre el sistema osteomuscular) y degenerativas (por el desgaste natural de las estructuras afectadas; es muy común en las articulaciones).
Para poder hacer un abordaje racional del tratamiento, y más importante aún, para poder prevenir estas lesiones, es muy importante conocer los elementos básicos de la fisiopatología en cada caso.

Prevención

La prevención de las lesiones osteomusculares depende en gran medida de la condición clínica de cada paciente. Sin embargo, se pueden enumerar ciertas medidas generales que deben prevenir en gran medida la aparición de estas lesiones:
*      Calentamiento adecuado antes de actividades deportivas.
*       Estiramientos después de realizar ejercicios.
*      Uso de medidas de protección adecuadas cuando existan riesgos de traumatismos (cascos, hombreras, etc.), bien sea en el trabajo o al realizar deportes.
*      Dieta rica en calcio, hierro y magnesio.
*      Ejercitarse regularmente.
*      Evitar elevación de pesos que sobrepasen el 10 % del peso corporal.
*      Limitar los movimientos repetitivos de las articulaciones.
*      Uso de calzado adecuado.
*      Mantener un peso adecuado para el sexo, la talla y la edad.
*      Consumir proteínas de alto valor biológico al menos 3 veces por semana.
*      Mantener una postura correcta en todo momento.
*      Apegarse a las normas de ergonomía en el puesto de trabajo y en las actividades de la vida diaria.
*      Elevar las cargas empleando la técnica adecuada y evitando sobrepasar los límites recomendados para sexo, peso y edad.
*      Consultar al médico en caso de cualquier síntoma sugestivo de problemas osteomusculares.

Tratamiento

Según la causa, condiciones clínicas del paciente y severidad de la lesión existen distintas estrategias terapéuticas, que pueden incluir una o varias de los siguientes tratamientos:
*      Medios físicos (frío o calor local).
*      Fármacos Anti Inflamatorios No Esteroideos (AINEs).
*      Esteroides (vía oral o parenteral).
*      Fisioterapia.
*      Medidas ortopédicas (inmovilizaciones, ortesis).
*      Cirugía.
12.1.        Fracturas
Es una ruptura, generalmente en un hueso. Si el hueso roto rompe la piel, se denomina fractura abierta o compuesta. Las fracturas comúnmente ocurren debido a accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas. Otras causas son la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, que causa debilitamiento de los huesos. El exceso de uso puede provocar fracturas por estrés, que son fisuras muy pequeñas en los huesos. Los síntomas de una fractura son:
*      Dislocamiento de una extremidad o una articulación
*      Hinchazón, hematomas o hemorragias
*      Dolor intenso
*      Entumecimiento y hormigueo
*      Movilidad limitada o incapacidad para mover una extremidad. Ante una fractura, debe obtener ayuda médica de inmediato. Tal vez tenga que usar un yeso o una férula. Algunas veces es necesario usar cirugía para colocarles placas, clavos o tornillos y así mantener el hueso en su lugar.


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12.2.        Luxación
El cuerpo humano tiene muchas articulaciones que permiten la movilidad de los miembros, y están formadas por la unión de unos huesos con otros mediante músculos, ligamentos y otros elementos. En situación normal estas piezas encajan perfectamente, pero a veces una de estas partes se separa de la otra y no vuelve a su posición natural, es lo que se llama una dislocación o luxación.
Hay veces en las que el hueso se desencaja de la articulación, pero al momento vuelve a su cavidad, lo que se produce en estos casos es una subluxación. Generalmente las articulaciones más comprometidas son la cadera, la rodilla, el codo, el tobillo y el hombro. En principio las luxaciones no suponen un riesgo vital inminente, pero se deben tratar con celeridad por si hubiese vasos sanguíneos, nervios o músculos afectados. En ocasiones puede ser difícil diferenciar una fractura -que es la rotura de un hueso- de una luxación. Sin embargo, ambas reciben el mismo tratamiento en primeros auxilios, y recibirán atención especial cuando los servicios sanitarios determinen el tipo de lesión que sufre el paciente.
Se debe comprender que una luxación y una fractura presentarán signos y síntomas muy parecidos, siendo difícil diferenciarlas. Por eso es importante seguir unos pasos que servirán en ambas situaciones, evitando así riesgos innecesarios:

*      Localizar la articulación afectada. Si la víctima sospecha que se ha dañado la espalda, el cuello o la cadera, no moverla. Llamar al número de emergencias y esperar a que acudan, sin abandonar a la víctima en ningún momento.
*      Inmovilizar el miembro en la posición en la que se encontró (sin manipular) con un cabestrillo o una férula improvisada. El objetivo es que el miembro se mueva lo menos posible, pero observando que no quede demasiado ajustado. En el caso de una subluxación, colocar el miembro en una posición anatómica normal e inmovilizar de manera que el paciente esté cómodo.
*      Si existen heridas, antes de inmovilizar el miembro se deben limpiar y cubrir con gasas estériles o paños limpios.
*      Aplicar frío local (hielo, bolsas de agua fría) para reducir la inflamación y el dolor.
*      Dejar la articulación en reposo absoluto.
*      Una vez asegurada la articulación, trasladar al accidentado a un hospital para que se le hagan las pruebas pertinentes y le administren el tratamiento adecuado.
https://www.webconsultas.com/salud-al-dia/quemaduras/quemaduras-5353

1.1.        Esguince

Un esguince, también denominado torcedura, es una lesión ligamentosa consecutiva a un movimiento forzado más allá de los límites fisiológicos de cualquier articulación sinovial, sin que las caras articulares pierdan el contacto de forma permanente (Ver Imagen 1). La falta de adaptación entre las caras articulares es transitoria y las superficies articulares recobran de nuevo su posición. El resultado de este movimiento forzado es el estiramiento o desgarro de los ligamentos que rodean la articulación. Los ligamentos son refuerzos de la cápsula articular de tejido fibroso que se oponen a los desplazamientos articulares más allá del límite permisible. Los esguinces se producen cuando la articulación es sometida a una fuerza en una dirección diferente a la que está preparada para admitir, o cuando la fuerza excede al límite funcional de la articulación. El esguince puede incluir, además, el desgarro completo de los ligamentos, de la propia cápsula articular, de los tendones y de los vasos sanguíneos.
Los esguinces más frecuentes ocurren en personas jóvenes y adultas, debido a que la resistencia del tejido conectivo es menor; por el contrario, el tejido conectivo de los niños es mucho mayor, por lo que poseen mayor resistencia intrínseca a los movimientos forzados. En el caso de los ancianos, un exceso del límite funcional de la articulación desencadenará con mayor probabilidad una fractura, ya que la fragilidad del tejido óseo es mayor. La localización más común de los esguinces es el tobillo y la rodilla, aunque pueden producirse en cualquier articulación con movimiento.

https://www.webconsultas.com/salud-al-dia/quemaduras/quemaduras-5353
TRATAMIENTO GENERAL
El tratamiento común para los esguinces y distensiones es el que se recoge bajo el acrónimo inglés RICE (Rest, Ice, Compresión and Elevation) que se traduce como DICE (Descanso, Hielo, Compresión y Elevación) (tabla 4):
*      Descanso. Generalmente parcial, aunque, dependiendo de la gravedad, el médico puede recomendar descanso total.
*      Hielo. Sinónimo de aplicación de frío local, para minimizar la inflamación, el dolor, los hematomas y en el caso de las distensiones, los espasmos musculares. Suele aconsejarse la aplicación de frío durante unos 20 minutos, en intervalos de 1 a 2 horas durante la fase inicial del tratamiento y, posteriormente, tres o cuatro veces al día durante los tres primeros días. Las bolsas de gel frío/calor son mucho más prácticas y adaptables que las bolsas de hielo y permiten (pasadas las primeras 72 horas) utilizarlas para aplicar calor si conviene flexibilizar la articulación. Para la primera aplicación pueden resultar muy útiles las bolsas de frío instantáneo que no necesitan refrigeración previa. El frío nunca se debe aplicar directamente sobre la piel (ni siquiera las bolsas de frío instantáneo).
*      Compresión. Un vendaje compresivo sobre la articulación lesionada, desde el primer momento, puede evitar que se produzca hinchazón o que esta progrese y también la aparición de hematomas. Puede ser necesario mantener la compresión durante dos o tres días y en algunos casos hasta una semana después de producirse la lesión. No conviene vendar demasiado apretado para no impedir el flujo de la sangre.
*      Actualmente, en las inmovilizaciones se utiliza la técnica de «tapping», que emplea cintas adhesivas (tape) que se colocan sobre una venda pretape (venda de espuma fina); este tipo de vendaje debe ser realizado por un profesional.
*      Elevación. Mantener la articulación elevada durante las siguientes horas, si es posible durante dos o tres horas al día en días posteriores, puede ayudar a que la hinchazón no progrese.
En algunos casos puede ser preciso el uso de dispositivos ortopédicos para impedir el movimiento de las articulaciones y los ligamentos lesionados, lo que disminuye el dolor y acelera la recuperación.




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